La importancia de los embalses para controlar los cauces de los ríos

Frente a las lluvias de los últimos días, resurgen las voces que defienden este tipo de obras, sin embargo, señalan que los trámites para obtener los permisos y su construcción podrían demorar hasta 20 años. 

En un contexto de altas lluvias como las que han azotado al país los últimos días, vuelve a plantearse la pregunta sobre la importancia de los embalses, que, de acuerdo a la visión de expertos, permiten controlar los cauces de los ríos, evitando que se desborden.

Una de las voces que ha defendido la instalación de este tipo de infraestructuras es Carlos González Mufdi, Presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, que declaró en una columna de opinión de julio de este año que «los embalses son diseñados y construidos con diferentes propósitos para la acumulación de agua tanto para bebida, generación de energía, riego u otros. Esos serían los fines últimos de estas grandes obras de infraestructura, pero lo que subyace detrás de todas ellas es la administración de los recursos hídricos y su distribución».

En la misma línea, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y ex ministro de la cartera, Antonio Walker, señaló que que el embalse, además de acumular agua, puede prevenir los desbordes de los ríos y evitar la gran cantidad de sedimentos que arrastran los ríos, sin embargo, advierte de la dificultad para construirlos dada la burocracia existente y el largo tiempo que demoran en llevarse a cabo este tipo de proyectos.

Según explica Ex-Ante, “un embalse solo en permisología y estudios demora unos 13 años y eso no asegura que se vaya a construir, ya que puede ser rechazado. Y luego -si es aprobado- puede demorar unos 10 o 12 años en construirse”.

Asimismo, Claudio Seebach, presidente ejecutivo de la Asociación de Generadoras de Chile, destaca que “Embalses como Colbún, Rapel, Laguna del Laja, Angostura o Ralco han jugado un rol crítico para contener y amortiguar los efectos de las enormes crecidas, y una pieza clave de la adaptación al cambio climático. Sin ellos, los impactos de las lluvias habrían sido aún más graves”.

Cabe destacar que en Chile hay 32 embalses y otros 26 están en agenda para construirse.
Esto va en línea con lo que señala el bioclimatólogo y académico de la Universidad San Sebastián, Fernando Santibáñez, explica que el ritmo de construcción de embalses es mucho más lento que el nivel en que están empeorando las condiciones climáticas y la sequía.

En junio de este año, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), señaló a Emol que se están apurando construcciones de grandes obras: “Es una línea que estamos impulsando con firmeza”, acotaron, y agregaron que «hoy se trabaja con el fin de materializar los embalses Zapallar y Nueva La Punilla, ambos en la Región de Ñuble, lo que muestra el compromiso que se tiene por materializar obras que den seguridad hídrica».

No obstante, desde la cartera indicaron que «estas grandes obras requieren estudios de ingeniería, estudios ambientales, legales y se demoran varios años, por lo que son proyectos que se traspasan de una administración a otra y, dentro de estos mismos procesos, algunas obras sufren modificaciones, ya sea en sus volúmenes, en su ubicación o en alguna de sus características». Sin embargo, aseguran que «no se han descartado proyectos» ya trazados en los gobiernos anteriores y que, «de acuerdo a las particularidades de cada iniciativa, cada uno va avanzando para materializar su construcción».

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