La historia de cómo se construyó el Movistar Arena Santiago

El Movistar Arena Santiago, ubicado en el histórico Parque O’Higgins, es un emblema de cómo el modelo de concesiones puede transformar espacios y mejorar la calidad de vida de las personas. Este icónico recinto, inaugurado en 2006, ha sido testigo de eventos deportivos y culturales de gran envergadura, consolidándose como el principal escenario de espectáculos en la región.

Historia del Arena Santiago

Construido inicialmente en 1954, el recinto estuvo inactivo por 40 años, por lo que se convirtió en un «elefante blanco». Sin embargo, en 1999, bajo la presidencia de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se decidió revitalizar este espacio con el modelo de concesiones. El Ministerio de Obras Públicas llamó a licitación en 2004, adjudicando la obra a la Sociedad Arena Bicentenario por 20 años. El estadio techado fue finalmente inaugurado el 6 de marzo de 2006 por el Presidente Ricardo Lagos.

Desde su apertura, el Arena Santiago, conocido actualmente como Movistar Arena, ha revitalizado el Parque O’Higgins, aumentando las visitas de 80 a 30.000 personas los fines de semana. En 18 años, ha sido sede de más de 1.586 espectáculos, atrayendo a más de 1.5 millones de espectadores sólo en 2023. Eventos de renombre, como Lollapalooza y los Juegos Panamericanos 2023, han encontrado en este recinto un hogar ideal.

Un escenario de primera categoría

El éxito del Arena Santiago es un testimonio del esfuerzo conjunto entre la Dirección General de Concesiones dependiente del Ministerio de Obras Públicas  y la Sociedad Arena Bicentenario. Con una superficie de 44.000 metros cuadrados y capacidad para 12.000 espectadores, además de un anfiteatro y dos canchas multipropósito, este recinto es el líder en la región en ventas de tickets y número de shows.

La asociación público-privada que dio vida al Arena Santiago ha sido clave para mantener y mejorar este espacio, asegurando que continúe siendo un escenario de primera categoría. De acuerdo a datos entregados por COPSA, este modelo de colaboración, en más de 30 años, ha traído inversiones cercanas a los US$30 mil millones al país, lo que sin duda se ha convertido en un ejemplo inspirador de cómo las inversiones en infraestructura pueden tener un impacto duradero en las distintas comunidades.Hoy el Arena Santiago no solo es un lugar de encuentro para grandes artistas y eventos deportivos, sino también un símbolo del poder transformador de las concesiones públicas. Gracias a la visión y determinación de las autoridades y la confianza del concesionario, hoy es un recinto que enorgullece a todos los chilenos.

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